Conducir y vivir con demencia

Al vivir con demencia, existen diversas maneras de mantenerse independiente, y una que a menudo se considera improbable es seguir conduciendo. Vivir con demencia no significa automáticamente que no se pueda conducir, y muchas personas continúan haciéndolo; simplemente significa que para poder conducir se pueden necesitar evaluaciones más regulares. Aquí describiremos algunos de los beneficios y aspectos a tener en cuenta al conducir y vivir con demencia.

¿Qué pasa con un diagnóstico?
Una vez que recibe un diagnóstico de demencia, en el Reino Unido, debe seguir ciertos pasos para garantizar que cumple con la ley; estos incluyen informar a la DVLA y a su compañía de seguros. Esto aplica a cualquier cambio médico que pueda afectar su capacidad para conducir.

La decisión de si una persona puede o no conducir es una decisión que se toma después de una evaluación exhaustiva realizada por un médico y es algo que debe revisarse como parte de un plan de atención anual para garantizar la seguridad del conductor y de quienes lo rodean.

Por qué conducir es beneficioso
Conducir ofrece numerosos beneficios, desde conservar la independencia hasta desplazarse con mayor rapidez, y esto también aplica a quienes viven con demencia. Siempre que sea seguro hacerlo, conducir puede ayudar a quienes viven con demencia a desplazarse, lo cual es excelente para reducir la soledad, aumentar la actividad y fomentar las interacciones sociales.

El nivel de independencia y logro que se obtiene al conducir uno mismo también es muy beneficioso y puede ayudar a mejorar el estado de ánimo.

¿Es seguro conducir?
Al considerar si todavía es seguro para usted o su ser querido continuar conduciendo, hay algunas señales a tener en cuenta, como las siguientes:
• Una notable falta de coordinación
• Dificultad para calcular la distancia y falta de conciencia espacial.
• Desorientación
• Aumento de la pérdida de memoria
• Mayor confusión
• Dificultad para resolver problemas
• Falta de conciencia y alerta

Explicación
A veces puede ser angustiante para una persona con demencia enterarse de que ya no puede conducir, ya que puede sentir que le han quitado su independencia. Lo más importante que debe recordar si usted o su ser querido ya no pueden conducir es que la decisión se basa exclusivamente en la seguridad. Al explicar esto, es importante ser lo más tranquilo y tranquilizador posible, y también ofrecer alternativas a conducir, como el autobús o quizás ofrecerle llevarlo a donde necesite ir.

Puede haber situaciones en las que una persona con demencia se niegue a dejar de conducir o simplemente olvide que no debe hacerlo. En estos casos, la seguridad debe ser primordial. Aunque pueda ser difícil, en estos casos es necesario tomar medidas para que su ser querido deje de conducir, ya sea retirando el vehículo o impidiéndole el acceso.

Lo más importante a recordar al considerar si es posible conducir con demencia es que la seguridad es lo más importante. Si bien conducir aún es posible para muchos, se debe considerar que, a medida que una persona avanza en su proceso de desarrollo con demencia, puede que no siempre sea una opción, y podrían ser necesarias otras medidas.