En muchos estudios sobre salud, la cafeína suele presentarse de forma negativa; puede tener efectos perjudiciales en aspectos como el sueño y la alimentación. Sin embargo, durante años, los expertos han investigado los posibles beneficios del café y su relación con la demencia.
Algunos estudios demuestran que la cafeína podría retrasar la aparición de la demencia e incluso ralentizar su progresión en quienes ya la padecen. Si bien se siguen realizando investigaciones sobre la relación entre el café y la demencia, hasta el momento se han obtenido resultados interesantes. A continuación, analizaremos algunas de las maneras en que la cafeína puede afectar a una persona con demencia.
Potenciando la función cerebral
La cafeína es un estimulante, por lo que no sorprende que tenga la capacidad de mejorar la función cerebral. Se han realizado estudios que evalúan cómo el café afecta la función cerebral y sugieren que la cantidad adecuada de café puede mejorarla, así como la memoria. Sin embargo, también se ha observado que un exceso de cafeína puede tener efectos negativos, como ansiedad y dolores de cabeza. Se siguen realizando estudios sobre la relación entre el café y la mejora de la función cerebral en personas con demencia.
Hipoxia
La hipoxia se produce cuando el cerebro sufre una falta de oxígeno; se han realizado investigaciones para estudiar cómo la cafeína puede afectar esta respuesta. Cuando se presenta hipoxia, las células cerebrales entran en un estado de pánico similar al que se observa en personas con demencia. Esto desencadena la liberación de ciertas sustancias químicas que provocan inflamación cerebral. Se ha demostrado que, en relación con la hipoxia, la cafeína interfiere con este proceso químico al bloquear la capacidad de las células para reconocerla, lo que a su vez reduce la inflamación. Los estudios continúan para determinar la posible relación con la demencia.
Retrasar la aparición de la demencia
Se han realizado investigaciones que sugieren que el café puede retrasar la aparición de la demencia debido a su capacidad para bloquear la inflamación cerebral, lo que a su vez previene el deterioro cognitivo. Si bien se requiere más investigación en este campo para confirmar el papel del café en el retraso de la aparición de la demencia, estudios realizados en áreas similares, como la hipoxia, han mostrado resultados positivos.
Impacto en el sueño: Si bien hemos analizado los beneficios del café para las personas con demencia, también es importante mencionar sus posibles efectos adversos. La cafeína perjudica el sueño, y como sabemos, dormir es esencial para personas de todas las edades y capacidades; para quienes padecen demencia, el sueño es fundamental, ya que reduce la probabilidad de confusión o agitación. Por lo tanto, a pesar de las investigaciones sobre los beneficios de la cafeína, es importante no consumirla en exceso y controlar su consumo.
