No es ninguna novedad que la música pueda activar las emociones y estimular la actividad cerebral. Historiadores y científicos saben desde hace siglos que la música tiene un efecto calmante en humanos y animales, pero también han descubierto una relación entre la música y la capacidad cognitiva, así como con la conexión emocional. De hecho, investigaciones y estudios realizados con personas que viven con demencia y otros trastornos de la memoria han correlacionado la música con una mejor función mental .
Música en las etapas intermedias
Las etapas intermedias de estas enfermedades suelen caracterizarse por una mayor agitación y una multitud de problemas de conducta. Sin embargo, el poder de la música ha demostrado que puede reducir algunos de estos síntomas o el deterioro acelerado. Al evocar emociones y recuerdos , incluso quienes se encuentran en las etapas intermedias o avanzadas pueden recordar letras de canciones antiguas o responder a la música de forma física: moviendo los pies y aplaudiendo, o incluso sintiéndose impulsados a bailar. La música genera una conexión mental, física, emocional e incluso espiritual. Como dijo el renombrado neurólogo Oliver Sacks sobre la música: «La música evoca emociones, y las emociones pueden traer consigo recuerdos… nos devuelve la sensación de estar vivos cuando nada más puede».
De hecho, la música ofrece muchos beneficios a las personas con demencia o Alzheimer. La Fundación de Alzheimer de América (AFA) afirma en su sitio web: «Cuando se usa adecuadamente, la música puede mejorar el estado de ánimo, controlar la agitación causada por el estrés, estimular interacciones positivas, facilitar la función cognitiva y coordinar los movimientos motores».
Algunos de estos beneficios incluyen:
- Las emociones que provoca la música a menudo engendran
- La aptitud y el aprecio musical pueden prevalecer a pesar de una memoria deteriorada.
- La música puede generar cercanía y expresiones de afecto.
- Aunque está demostrado que activa y estimula áreas del cerebro, requiere poco o ningún procesamiento mental, por lo que no depende de la función cognitiva para manifestarse.
- Puede mejorar el estado de ánimo liberando endorfinas y, por lo tanto, reducir el estrés y la ansiedad.
Sé selectivo al elegir música.
La familiaridad es clave al seleccionar música: conviene reproducir música que pueda resultarle familiar o evocarle algún recuerdo a la persona que la escucha. (Si no tiene mucha relación con la persona o desconoce sus gustos musicales, siempre puede pedirle sugerencias a sus familiares). Además, reproduzca música grabada o en línea, sin interrupciones publicitarias ni la voz de un DJ entre canciones. Recuerde que alterar la rutina o introducir cambios bruscos en una persona con demencia o Alzheimer puede provocarle confusión y agitación.
Crea un ambiente que armonice con el entorno y la música que elijas; por ejemplo, si la persona con pérdida de memoria está realizando alguna actividad creativa o artística, pon música estimulante que fomente su creatividad. Si se acerca la hora de la siesta o de dormir, pon música clásica relajante. O bien, si la persona parece melancólica, pon música con un ritmo animado y muestra movimientos físicos apropiados, como aplaudir, chasquear los dedos o mover los pies. En cualquier caso, recuerda no abrumar a la persona con demasiada estimulación sensorial, ya que esto podría provocarle un bloqueo por sobreestimulación e incluso agitación o, en algunos casos, agresividad.
Si desea compartir música con su amigo o ser querido que vive con demencia, la Asociación de Alzheimer ofrece una banda sonora de varios artistas musicales conocidos y galardonados llamada “MUSIC MOMENTS” disponible aquí:
Para obtener más información sobre cómo enriquecer la vida de las personas que viven con demencia u otras afecciones que causan pérdida de memoria y llenarla de música, visite Relish-life.com donde podrá ver nuestro catálogo digital de productos o descargar nuestra aplicación gratuita para familias y cuidadores.
