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Vivir con la enfermedad de Alzheimer puede estar lleno de ansiedad, confusión y miedo. Para quienes padecen trastornos degenerativos de la memoria , encontrar apoyo para afrontar los cambios emocionalmente difíciles es fundamental. En muchos casos, los seres queridos que apoyan a las personas mayores con demencia son un apoyo esencial y pueden ayudar a sobrellevar los momentos difíciles brindándoles amor y alegría.
Si bien el estado de ánimo influye considerablemente en nuestro día a día, el bienestar emocional de las personas con Alzheimer es diez veces más importante. Es más, las emociones se convierten en el lenguaje que muchos de quienes viven con esta enfermedad utilizan: cuando los detalles de la memoria se desvanecen, a menudo la forma más accesible de comunicación es a través de las emociones.
Por eso es crucial brindar alegría y amor esenciales a tu amigo o familiar con demencia o Alzheimer: crea una calidad de vida y conexiones duraderas que resuenan, dan alegría y proporcionan una sensación terapéutica de bienestar.
Cómo compartir la alegría
Hay muchas maneras de brindar a su ser querido con demencia experiencias que le acompañen durante todo el día y le dejen una felicidad profunda y constante que trascienda cualquier altibajo.
Un buen punto de partida es pensar en una actividad con la que su ser querido haya tenido una conexión duradera y realizarla juntos:
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Embárcate en una aventura al aire libre: Si les encantaba hacer senderismo, acampar o viajar, una de las mejores maneras de transmitirles una sensación de plenitud y propósito es salir al exterior, hacer una excursión de un día y disfrutar del aire fresco.
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Escuchar música familiar: El sonido y la música acceden a una parte profunda y cargada de emoción de nuestro cerebro. Poner un disco favorito y recordar viejos tiempos con sus canciones es el catalizador perfecto para la alegría.
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Jardinería: Si a su ser querido con demencia le gusta la jardinería, inclúyalo en las tareas de jardinería de primavera o verano. Asegúrese de que sea una actividad segura: no es necesario usar herramientas ni realizar esfuerzos pesados. Cosechar o desmalezar es suficiente para entusiasmar a cualquier jardinero con el aroma familiar de la tierra y los frutos. Un huerto elevado también es una buena manera de involucrar y participar a las personas con movilidad reducida.
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¡Anímate a cocinar!: involucrar a una persona con demencia en tareas culinarias sencillas y seguras es una excelente manera de mantener viva una pasión gratificante. En especial, las recetas que no requieren calor y que le resultan muy familiares.
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Arteterapia: Sumergirse en la belleza de una pintura o una escultura tiene numerosos beneficios comprobados para la salud mental. Cualquier actividad artística que facilite la toma de decisiones espontáneas y conecte con nuestras emociones es ideal para una persona con demencia.
El hilo conductor
El hilo conductor fundamental de todas estas ideas es la experiencia compartida. Para la comunidad de personas con demencia, la alegría no siempre se alcanza fácilmente en soledad. Contar con un cuidador o un ser querido con quien compartir la experiencia puede ayudar a crear recuerdos más vívidos y brindarles mayor significado emocional.
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