Los meses de aislamiento social provocados por el brote de COVID-19 en 2020 han sido difíciles para todos, aunque el impacto en las personas con demencia ha sido especialmente palpable. Las personas con Alzheimer, demencia y otras formas de pérdida de memoria ya son vulnerables a sentirse aisladas y solas . Sin embargo, esta cuarentena y autoaislamiento forzosos han agravado los sentimientos de separación y depresión, que son cada vez más frecuentes en la comunidad de personas con demencia.
Mantener las conexiones es clave
Estimular la mente, el cuerpo y el espíritu es fundamental para mantener los sentidos agudos y minimizar los efectos de la pérdida de memoria, con el bienestar social y emocional como pilar central. Se ha demostrado que el bienestar mental tiene un impacto significativo en las capacidades físicas, y para las personas con demencia, podría significar la diferencia entre vivir plenamente durante este período de confinamiento o simplemente sobrevivir en tiempos de oscuridad.
Lo mejor que se puede hacer por las personas afectadas por la demencia o el Alzheimer es estar presente en sus vidas. Ya sea físicamente o a distancia, mantener el contacto con amigos, familiares y seres queridos es fundamental para su bienestar y para combatir el inevitable aislamiento mientras todos afrontamos las dificultades de la COVID-19. Hacer cosas juntos, incluso algo pequeño, ayuda a fortalecer los lazos y, en definitiva, a generar una sensación de felicidad. Además de la compañía, involucrar a las personas con demencia en actividades e intereses evita el aburrimiento y la frustración que también pueden afectar a quienes sufren pérdida de memoria. Mantener cierta calma y serenidad es crucial para el bienestar en cualquier momento, pero resulta especialmente necesario en tiempos de una crisis sanitaria tan volátil.
Oportunidades estimulantes y atractivas. Las personas con demencia se benefician de las actividades cognitivas y asociativas que mantienen su mente ágil, pero también encuentran verdadera alegría en pasatiempos y actividades creativas que les recuerdan quiénes son. Relish ofrece juegos, rompecabezas, recursos sensoriales, tableros de memoria y manualidades adaptados a las personas con Alzheimer y demencia, con énfasis en "vivir". ¿Por qué vivir? Porque estas actividades son más que simples pasatiempos; son formas de establecer conexiones significativas, evocar nostalgia, experimentar emoción, felicidad y una satisfacción que puede perderse fácilmente con la pérdida de memoria. Al considerar ideas para combatir el aislamiento de las personas con demencia durante el confinamiento y la cuarentena, tenga en cuenta lo siguiente:
1 – Tiempo en familia
Si viven todos bajo el mismo techo, quizás estén cansados de tanta convivencia, pero ¿cuánto de eso es tiempo de calidad? Estar presente va más allá de estar físicamente al lado de alguien; se trata de conectar con los demás. Y eso no requiere mucho. Ver juntos sus series favoritas, escuchar su música preferida, jugar juegos de mesa y cartas , o repasar viejas colecciones de fotos puede ser una excelente manera de prevenir el aislamiento. Esto mantiene los lazos familiares y preserva los recuerdos para quienes viven con demencia. La conversación, incluso la más breve, es significativa para quienes sienten soledad. Y no permitan que la distancia física les impida disfrutar del tiempo en familia. Configuren un servicio de videoconferencia como FaceTime o Zoom para que puedan tener reuniones virtuales con quienes no pueden viajar.
2 - Estimulación creativa
Las actividades creativas son una excelente vía de escape para las personas con demencia. Numerosos estudios han demostrado que las actividades creativas y/o artísticas pueden ayudar a ralentizar la progresión de la pérdida de memoria. El arte, en sí mismo, es una forma de comunicación que puede ayudar a expresar sentimientos y a fomentar la interacción. Los kits de pintura, por ejemplo, son universalmente atractivos y resultan agradables para personas en cualquier etapa de la demencia. Los sets de acuarelas Aquapaint , los libros para colorear y las pizarras magnéticas se pueden disfrutar individualmente o en grupo con guía.
Estimular los sentidos mediante la creatividad, la imaginación y los recuerdos se puede lograr a través de aromas y sonidos familiares. Aunque no se pueda salir de casa, mediante actividades sensoriales uno puede sentirse transportado a su rincón favorito del jardín o escuchar el sonido de las olas rompiendo en la playa.
3 – Agudiza la mente
Reaviva tu espíritu competitivo innato y, al mismo tiempo, ralentiza la progresión del Alzheimer y la demencia. Los acertijos sencillos, como las sopas de letras o los crucigramas, estimulan la mente y mantienen ágiles las habilidades verbales. Los rompecabezas están diseñados para mejorar la destreza manual mediante el reconocimiento de patrones, pero ¿te has fijado alguna vez en la fascinación que despiertan todos estos retos?
Lo que mucha gente desconoce es que, además de mantener la mente activa, también se trata de un reto y de permitir que el espíritu competitivo estimule los sentidos. Todos hemos disfrutado alguna vez de un buen desafío, ya sea con nosotros mismos o en una batalla épica para vencer a otro. Este tipo de estimulación suele pasar desapercibida, pero es fundamental para el bienestar de las personas con demencia y Alzheimer. Mantener la propia identidad repercute positivamente en el bienestar social y emocional, y les da un brillo especial a quienes viven con demencia.
En tiempos tan turbulentos, todos buscamos consuelo, pero, aún más importante, debemos cuidar de quienes corren mayor riesgo. Para las personas que viven con Alzheimer , demencia con cuerpos de Lewy, demencia vascular y otras formas de demencia, debemos enfatizar la alegría y los pequeños placeres que conlleva mantener el contacto con los demás para combatir el aislamiento. Ya sea mediante juegos y actividades entretenidas, o pequeños gestos que les demuestren que no están solos, no se necesita mucho para demostrar cuánto nos importan, y juntos podemos brindarles felicidad a quienes viven con pérdida de memoria.
