1. Un tema, que podría ser tan sencillo como una fiesta en un jardín británico, o quizás más aventurero. Aquí tienes algunos para que pienses: Fiesta en la playa, isla caribeña, té de la tarde victoriano, años 70, fiesta mexicana, ¡Alicia en el País de las Maravillas!
2. Decoraciones: que pueden realizarse como una actividad de arte y manualidades (por ejemplo, una fiesta con temática de playa podría tener banderines hechos con círculos de cartulina pintados como pelotas de playa).
3. Música: puedes crear una lista de reproducción, pero la música en vivo es insuperable. Solo asegúrate de que tu cantante incorpore una mezcla de canciones animadas y lentas para que no resulte abrumador.
4. Juegos: cosas como adivinar cuántas gomitas hay en un frasco; adivinar el nombre del osito de peluche, enganchar un pato, jugar a los cocos, jugar a la hula o al callejón de las latas.
5. Puestos: que podrían ajustarse a tu temática o ser más tradicionales, como un puesto de bric-a-brac, una tómbola, un puesto de pasteles, un juego de lanzamiento de botas de agua o un juego de canicas.
6. Una rifa: es fácil de organizar, pero puede ser un buen punto focal hacia el final del día.
7. Comida y bebida: una selección que se ajuste a la temática de tu fiesta.
8. Asientos cómodos para que todos puedan sentarse.